Por: Luis Mendivelso
Es innegable que el mundo de las
comunicaciones está cambiando a velocidades vertiginosas, resultado de esto es
un cambio de conducta en la sociedad actual en la manera de socializar, la
comunicación como elemento fundamental de la educación, determina las tendencias de la información que se distribuye con gran velocidad, estas tendencias son lo
que se ha definido actualmente como “inteligencia colectiva”.
Partiendo de estas premisas nos surgen una cantidad innumerable
de variables que se manifiestan
de acuerdo a cada una de las circunstancias particulares, en cada uno de los contextos socio económicos donde se desarrolla.
Por otra parte el diseño y
desarrollo de los dispositivos móviles de comunicación, desde sus inicios
permitió, no solo el acercamiento entre
personas como ya lo había hecho su
antecesor el teléfono fijo, sino que
además, nos permitió la libertad de movimiento haciendo a cada uno de los
interlocutores reportero de su entorno
visual, pudiendo así ampliar la temática de las conversaciones trasmitidas.
Otro hito importante fue la posibilidad de transmitir mensajes de texto, ¿se
podría decir que en este momento nació
el M- learning? ¿Cuándo se materializó la transmisión del conocimiento de uno a
varios interlocutores? En paralelo a
esto también aparece internet de forma
generalizada cuyo desarrollo ya conocemos.
El gran hito ocurrió en el momento en que estos dispositivos permitieron el acceso a Internet, aquí se materializaron dos grandes conceptos importantes para la masificación de la información y el
acceso a esta; La posibilidad de “transmitir
y recibir información” y por otra parte la “movilidad”
Estos episodios ocurrieron como resultado de un desarrollo económico
y de infraestructura accesible para las
sociedades que en primera instancia se lo podían permitir.
Esta situación ha planteado un nuevo escenario de
desigualdad informativa y educativa, debido a la falta de infraestructuras de trasmisión
en algunos países y no tanto la falta de
acceso a dispositivos móviles, debido a
la reducción de costes de estos en los últimos años.
¿Podríamos especular que incidencia tendrá esta
circunstancia de desigualdad en torno a
cinco o diez años vista?
Es evidente que estos dispositivos nos están abriendo un nuevo escenario de comunicación y socialización, que
está modificando la conducta de la
sociedad en lo referente a las
relaciones humanas y el acceso al conocimiento.
Que reflexión se podría plantear en torno
a la dicotomía de la manera de relacionarse, algunos dirán, que se
escandalizan cuando ven por la calle a las personas andando como zombis “pegados
a ese aparato” y otros dirán que mediante este “dispositivo” tiene acceso a la
mayor cantidad de información, mucho mayor que la más grande biblioteca que el
ser humano ha podido construir hasta esta momento, y que pueden comunicarse mucho mejor que en
cualquier historia de ciencia ficción que a alguien se hubiese imaginado.
El gran reto los
diseñadores instruccionales es cómo
podemos articular estas poderosas herramientas en beneficio del proceso de transformación de
esta información en conocimiento para el desarrollo de “SER HUMANO”
¿La tutorización en
un entorno M-learning mejoraría en comparación
con el e-larnig?
¿Tenemos la obligación
de manejar todas la herramientas que utilizan nuestros alumnos en aras de una comunicación
más efectiva, para facilitar el proceso enseñanza- aprendizaje?
¿Los docentes de
hoy tienen las competencias necesarias para redirigir las circunstancias negativas
generadas por el mal uso del móvil?
No hay comentarios:
Publicar un comentario